domingo, 6 de septiembre de 2009


INTRODUCCIÓN
La equidad en oportunidades de educación, no solamente significa garantizar a todos los habitantes del país la oportunidad de ingresar a alguna institución donde cada uno pueda recibir la formación de acuerdo a sus necesidades. En realidad esto es un concepto más complejo.
DEFINICIONES ALTERNATIVAS DEL CONCEPTO
Los planteamientos hechos por L. Sussmann y J. Coleman permiten expresar la igualdad en oportunidades educativas, mediante cinco enunciaciones, los cuales han de ser los requisitos que deben ser cumplidos para una verdadera distribución equitativa de oportunidades de educación:
a) Igualar las oportunidades de ingresar al sistema educativo que tengan, en distintos niveles escolares, individuos que posean las mismas habilidades, sin importar sexo o de donde vienen.
b) Igualar las oportunidades de ingresar al sistema educativo que estén al alcance los miembros de todos los estratos sociales.
c) Igualar los resultados educativos que obtengan en el sistema escolar todos los individuos que cuenten con determinados niveles de habilidades académicas y que dediquen a su aprendizaje igual cantidad de tiempo y esfuerzo.
d) Igualar los resultados educativos que logren en el sistema escolar todos los individuos que dediquen a su aprendizaje el mismo tiempo y esfuerzo.
e) Lograr que quienes pertenecen a los diferentes estratos sociales adquieran las mismas habilidades para el aprendizaje.
CAPITULO 1: ANALISIS DEL PAPEL DE LA EDUCACIÓN FORMAL EN LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DE LAS DESIGUALDADES SOCIALES: EL CASO DE MEXICO (1958-1970)
Introducción
Este capítulo ofrece un panorama acerca del papel que desempeña la distribución de oportunidades educativas en la transmisión intergeneracional de las oportunidades sociales. Se describen los factores y procesos que intervinieron en el papel que desempeñó la expansión experimentada por el sistema educativo entre 1958 y 1970. Este capítulo tiene el propósito de examinar el papel desempeñado por la escolaridad formal en la movilidad social, también muestra la evolución que experimentaron durante las últimas décadas los enfoques metodológicos que han sido aplicados al análisis de las desigualdades educativas.

Expansión del sistema escolar, eficiencia interna, financiamiento y perspectivas de crecimiento


Demanda potencial de escolaridad
Para describir y analizar el funcionamiento del sistema escolar se examina, la generación de la demanda de escolaridad y los factores que la determinan. “Demanda potencial de escolaridad” es la población que se encuentra dentro de los grupos de edad que en un sistema educativo plenamente normalizado estarían incluidos en los distintos niveles escolares. El incremento demográfico del país ocasionó las presiones de demanda que el sistema escolar estuvo recibiendo durante la década de los años sesenta. Esta tasa había venido aumentando desde los treinta, debido al descenso de la tasa de mortalidad.

Satisfacción de la demanda potencial de escolaridad
La matrícula del sistema escolar también se incrementó sustancialmente. Para determinar el grado en que se estaba satisfaciendo la demanda escolar en 1970, se recurrió a dos fuentes de información: el censo de 1970 y las estadísticas continuas de la entonces llamada Secretaría de Industria y Comercio. A partir de estos resultados se observó un fenómeno semejante en todos los niveles escolares, es decir, tanto en la enseñanza preescolar como en los niveles primario, medio y superior el número de integrantes de cada cohorte que quedó fuera del sistema aumentó en términos absolutos, pero disminuyó en términos relativos. El coeficiente de demanda insatisfecha había venido disminuyendo durante el sexenio 1959-1964 pero aumentó nuevamente durante el sexenio 1965-1970, se pudo concluir que el sistema escolar estaba siendo cada vez menos capaz de satisfacer la demanda potencial del nivel medio. El nivel superior de enseñanza evolucionó, durante la década de los años sesenta, a un ritmo paralelo al del segundo ciclo del nivel medio.

Eficiencia interna y configuración del sistema escolar
El resultado de la educación formal en la movilidad social también está determinado por la eficiencia interna del sistema escolar. Esta variable fue analizada de acuerdo con: la retención intracurricular que es la capacidad del sistema para lograr que sus alumnos perseveren durante todo el año escolar; la retención intercurricular que es la capacidad para admitir a los egresados de cada grado en el subsecuente; aprobación capacidad para que los estudiantes terminen el año escolar en condiciones pedagógicas que les permitan inscribirse en el grado siguiente; y finalmente eficiencia terminal, que es la capacidad para lograr que quienes inician un nivel educativo determinado se gradúen satisfactoriamente en el mismo. Durante los años 1959-1970 la retención intracurricular fue alta en la enseñanza normal, mientras en las preparatorias técnicas se mantuvo en niveles insatisfactorios. Los índices de aprobación, que mejoraron entre estos años en casi todos los niveles educativos, permanecieron constantes en el nivel primario. Por esta razón, el llamado “coeficiente de desperdicio escolar” no disminuyó sustancialmente en este nivel, lo que puede considerarse como una excepción si se observa la forma en que dicho coeficiente evolucionó en los demás ciclos educativos, la disminución de este coeficiente está determinada, principalmente por la deserción. Esto nos indica que la mejoría obtenida en este indicador fue causada por diversos factores externos al sistema escolar, y en menor medida, por una superación de su funcionamiento interno. En la movilidad social es mucho más importante la deserción intercurricular, la cual está sujeta al control de las autoridades responsables del funcionamiento del sistema educativo. Los cohortes escolares aparentes reflejan los cambios que experimentan las matrículas de los distintos grados del sistema entre un año escolar y el subsecuente. La morfología de algunos ciclos educativos, sobre todo la de las enseñanzas primaria y preparatoria, permaneció alejada del nivel de regularización que alcanzaría si los respectivos coeficientes de la eficiencia terminal fuesen satisfactorios.
Financiamiento del sistema escolar
Después se considerar las formas en que expandió el sistema escolar, así como fue evolucionando su morfología y eficiencia se examinan las repercusiones que tuvo en el gasto educativo del país. Esto representó un incremento geométrico de 12.96% como promedio anual. Durante el sexenio de 1959-1064 el gasto educativo nacional creció mucho más que en el sexenio de 1965-1970, período en el cual la velocidad de crecimiento de los gastos educativos superó en muy poco al producto nacional bruto del país. El principal contribuyente al gasto educativo es el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Educación Pública, para que el Gobierno Federal elevara su contribución absoluta al gasto educativo nacional, fue necesario alternar significativamente la proporción de los gastos de la Federación asignada a la Secretaría de Educación Pública.
Distribución de oportunidades escolares y sociales

Introducción
La teoría de desarrollo económico y social considera la educación formal, como un canal a través del cual se pueden obtener determinados grados de movilidad social en sentido ascendente. La escolaridad puede desempeñar dicha función sólo si las políticas seguidas cumplen estas condiciones: a) es necesario que las oportunidades de tener acceso al sistema educativo, de perseverar en el mismo y de aprovechar académicamente lo necesario con el fin de poder avanzar de un grado escolar al siguiente, estén distribuidas de manera igual en todos los estratos sociales y regiones del país b) es necesario que quienes reciben las oportunidades mencionadas tengan también posibilidad de tener acceso a los mercados de trabajo con la posibilidad de tener una remuneración económica proporcional al a los niveles de escolaridad que hayan adquirido.

Pautas de distribución de oportunidades escolares
Para determinar el grado de igualdad con el cual se había estado ofreciendo la escolaridad formal en México, se examina la forma en que las oportunidades de tener acceso y de perseverar en el sistema escolar se distribuyeron entre los diferentes grupos sociales; para esto se parte de tres juicios distintos: 1. La posición social 2. El grado de urbanización o ruralización de la comunidad de residencia 3. Las características de la región sociogeográfica a que pertenece la comunidad mencionada.
Distribución de oportunidades escolares entre los distintos estratos sociales
En esa época solo se había llevado a cabo una investigación de alcance nacional destinada a detectar la relación existente entre la posición social de los individuos y los niveles de escolaridad a los que tienen acceso para la enseñanza primaria. Esto demostró que 18% de los componentes de esa cohorte estaban imposibilitados para asistir a la escuela por razones de carácter socioeconómico. Después de esto se realizaron otros estudios los cuales comprobaron que tanto el estrato social como la escolaridad alcanzada por los padres de los individuos son factores determinantes de importancia en la distribución de oportunidades escolares en todos los niveles de enseñanza. Si la distribución de oportunidades escolares fuera equitativa, las relaciones entre las distribuciones de oportunidades escolares de los distintos niveles y el peso relativo que cada estrato social tiene en la población total sería iguales a la unidad. De varios estudios se llega a la conclusión de que la distribución de oportunidades educativas gratuitas o subsidiadas no contribuye significativamente a la movilidad social intergeneracional.
Distribución de oportunidades escolares en las comunidades urbanas y rurales
Para poder examinar las pautas conforme a las cuales se estaban distribuyendo las oportunidades escolares entre las comunidades urbanas y rurales del país, se consideran: por una parte las respectivas relaciones entre la demanda potencial y la oferta escolar; por otra se analizan las pirámides escolares correspondientes a cada uno de los tipos de localidades. Durante el censo de 1970, se observó una mejoría en el coeficiente de las comunidades rurales, el cual se debió a que la demanda potencial creció más despacio en el campo que en las ciudades, como consecuencia de las corrientes de migración interna. Se observó también que el 90% de las escuelas urbanas impartían la enseñanza primaria completa, mientras que, aproximadamente, sólo el 20% de las rurales podían hacer lo mismo. La eficiencia interna del sistema escolar puede ser evaluada más correctamente a partir del llamado coeficiente dinámico de retención que expresa la relación entre los inscritos en sexto grado y los que se inscribieron en el primero seis años antes. Sin embargo las escuelas urbanas fueron evolucionando cinco veces más que las rurales, esto confirma que se desatendieron las poblaciones rurales no sólo por cuanto se refiere a la satisfacción de la demanda potencial, sino principalmente por lo que tiene que ver con la retención entre los distintos grados escolares.
Distribución de oportunidades escolares en el espacio sociogeográfico del país
La distribución de las oportunidades escolares entre las regiones sociogeográficas que conforman al país, puede favorecer la reducción de las diferencias entre tales zonas, o puede reforzarlas. Esto depende de las características socioeconómicas de las regiones que reciben atención prioritaria en la aplicación de las políticas de desarrollo escolar. Si este desarrollo es más intento en las zonas más avanzadas que en las rezagadas, las distancias socioeconómicas que separan a las primeras de las segundas tenderán a acentuarse; pero si ocurre lo contrario, estas distancias tenderán a reducirse. James Wilkie obtuvo una regionalización basada en indicadores los cuales son: proporción de la población analfabeta, proporción de la población que no habla español, proporción de la población que vive en comunidades rurales, proporción de la población que anda descalza, proporción de la población que come tortillas en lugar de pan y proporción de la población que no dispone de drenaje en su vivienda; que refleja principalmente el grado de modernización de las economías subregionales. Se considero que su regionalización es útil para examinar el grado en el cual los responsables de la política de expansión escolar estaban favoreciendo a aquellas zonas del país que han permanecido al margen del desarrollo económico y social. Para este análisis se eligieron seis indicadores del desarrollo escolar de las distintas entidades federativas y regiones del país: coeficientes de analfabetismo simple, respecto a la población de 10 años de edad y más; los grados de escolaridad cursados, en promedio, por la población de seis años de edad y mas; los respectivos coeficientes de satisfacción de la demanda potencial por escolaridad primaria, media y superior, así como los coeficientes de regularización del sistema de enseñanza primaria. Tanto en 1960 como en 1970 estos indicadores fueron relacionados con los “índices de pobreza” de James Wilkie. El signo de las correlaciones indicó que en ambas fechas las oportunidades escolares de distribuyeron prioritariamente entre las entidades y regiones más avanzadas. Estas correlaciones observadas indican que la política escolar, al ser favorable con las regiones más avanzadas del país, reforzó la dinámica de distanciamiento regional. Los recursos dedicados a la educación son aprovechados, en primer lugar, por las entidades favorecidas. Sólo hasta el momento en que dichas entidades han alcanzado niveles de desarrollo escolar suficientemente altos, los recursos empiezan a fluir hacia las más rezagadas. Los recursos no fueron utilizados como instrumentos redistribuidores del ingreso o del bienestar que se generó en las distintas regiones sociogeográficas, si no que estos recursos se utilizaron para reforzar o acentuar las diferencias preexistentes.
Diseños sincrónicos: escolaridad y posición social
Según la corriente de economía neoclásica se supone que la escolaridad de los individuos está asociada con sus ingresos personales. Tanto el ingreso personal como la movilidad social recibieron alguna influencia del llamado “efecto de certificación”, este efecto es generado por la competencia que los grupos de individuos que han alcanzado determinados niveles de escolaridad hacen a aquellos que no pudieron obtenerla. En tales condiciones, es evidente que los primeros tienden a ser preferidos por quienes controlan el comportamiento del mercado de trabajo. La escolaridad es un factor muy importante para explicar la varianza del ingreso personal en México. En conjunción con la edad, ella explica gran parte de las diferencias observadas entre los salarios, aun manteniendo constantes otros fenómenos.
Diseños sincrónicos: educación y desarrollo regional
Este enfoque fue aplicado para examinar la relación existente entre la escolaridad y el desarrollo regional del país. Identifica la medida en la cual la escolaridad explica las variaciones entre la productividad per cápita que se obtiene en las distintas entidades federativas. Con el fin de demostrar que las diferencias en los productos por trabajador podían ser explicadas estadísticamente, se diseñó un modelo: donde la variable dependiente (P) fue una aproximación a la productividad por trabajador, las variables explicativas: S= promedio de años de escolaridad para la fuerza de trabajo de cada estado. T = Proporción que representaba el personal técnico, directivo y administrativo en la fuerza de trabajo de cada estado. N = Porcentajes de la fuerza de trabajo década estado que no estaba dedicada a las actividades agrícolas.
Diseños longitudinales: educación y posición social
Las conclusiones que tienen mayor relevancia para este tema son: a) Cuanto más alta sea la escolaridad alcanzada por el individuo, mayores son sus probabilidades de desempeñar ocupaciones de rangos superiores a las que correspondieron a sus padres y viceversa. b) Para las distintas ocupaciones de los padres de los individuos, es diferente el umbral escolar exigido para que éstos puedan ascender en la escala ocupacional o permanecer en el mismo nivel de sus padres. c) La mayor parte de los individuos permanecen en la categoría ocupacional de sus padres, o descendieron uno o más niveles ocupacionales en relación con la de aquéllos, con excepción de quienes alcanzaron la enseñanza superior al sistema. d) La correspondencia entre la escolaridad alcanzada y la primera ocupación desempeñada no sólo es alta, sino que está aumentando. Los censos de población de 1960 y 1970 revelan lo siguiente: a) Que la densidad escolar de la población económicamente activa era cada vez más alta. b) Que las posiciones ocupacionales que requieren mayores niveles de escolaridad crecieron más rápidamente que aquellas que requieren menos niveles. c) Que la propensión del merado de trabajo para aceptar nuevos participantes aumentó prácticamente en proporción al número de grados escolares que han cursado.
Conclusiones
En este capítulo fueron presentados los principales datos necesarios para evaluar el desarrollo del sistema escolar del país desde los puntos de vista de su suficiencia en relación con el crecimiento demográfico, su eficiencia interna y su eficiencia externa. Es necesario subrayar lo siguiente: 1. A pesar de los esfuerzos realizados por el Gobierno Federal, durante los dos sexenios gubernamentales 1960-1970, la expansión del sistema escolar fue insuficiente. 2. La política de expansión escolar que se siguió en el país no prestó suficiente atención a la eficiencia interna del sistema, como lo demuestra el comportamiento de deserción entre las escuelas rurales. 3. Tanto los índices de satisfacción de la demanda escolar como los de la eficiencia interna del sistema fueron más favorables a las comunidades urbanas que a las rurales. 4. El análisis de la forma en que los coeficientes de satisfacción de la demanda escolar evolucionaron durante el periodo considerado mostró: Que el coeficiente de satisfacción de la demanda de educación primaria aumentó con mayor rapidez en las comunidades rurales que en las urbanas. Como consecuencia las zonas sociogeográficas de menor desarrollo relativo mejoraron sus respectivos coeficientes de satisfacción de la demanda potencial de educación primaria en proporciones significativamente más altas que las de las zonas económicamente más avanzadas. 5. Lo anterior impidió que la escolaridad actuara eficientemente como canal de la movilidad social y del equilibrio regional. 6. Se dedujo que el desarrollo educativo del país fue el resultado de la interacción de diversos factores, la mayoría de los cuales dependió del sistema de estratificación social, definido fundamentalmente por la estructura de poder y propiedad en la sociedad.

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