El enfoque dominante de la planeación educativa consiste en aplicar estrategias uniformes de desarrollo educativo, planificar a nivel central es importante y necesario, al hacerlo se cometen dos errores:
1. Se supone que todas las escuelas del ámbito de acción del planificador son similares; y que todas ellas se parecen a una escuela urbana. Esto no es así. La realidad de las escuelas en nuestros países es sumamente heterogénea. Las escuelas unitarias abundan, las escuelas en los medios rurales y urbano-marginales presentan algún nivel de realidad multigrado, existen escuelas que no cuentan con un director de oficio. Los maestros en escuelas más pobres son menos estables que en las escuelas de zonas más privilegiadas.
2. Se supone que la demanda educativa está dada de manera idéntica en todas las escuelas. Este supuesto también es falso. Una misma política educativa, uniforme para todas las escuelas del país, no puede esperar resultados también uniformes en realidades tan distintas.
Para agravar lo anterior, lo que sucede en general en nuestros países es que las condiciones de la escuela tienden a ser más empobrecidas y deficientes justamente en aquellos lugares en los que la demanda se encuentra ante situaciones de vida más difíciles. De ahí la importancia de que el movimiento hacia la calidad de la educación tenga su pivote en el propio plantel escolar. Es solamente desde el plantel que se pueden conocer estas interrelaciones que ocurren entre la escuela y los alumnos, entre la escuela y la comunidad, de forma tal que sea posible atender las causas que están impidiendo lograr los resultados esperados de las políticas de desarrollo educativo. Estas políticas deben ser diversificadas. Deben poder ser adaptadas al contexto local. Deben ser flexibles. Es desde el plantel que se puede dar la relación con la comunidad. Es desde ahí que se puede pretender satisfacer sus necesidades.
Las diferencias entre las escuelas que producen aprendizajes de calidad y aquéllas que no lo hacen se explican por la interacción entre los factores que tienen que ver con la calidad de los aprendizajes. Los responsables de que se genere un tipo de interacción son el director y los maestros, en sus relaciones con los alumnos y la comunidad.
Es necesario que el personal de la escuela esté activa y continuamente atento a los problemas y a los requerimientos de la demanda. Tiene que ver también con lo que enseñamos en la escuela. El curriculum oficial supone que su importancia es uniforme. Esto no siempre no siempre es así.
El primer reto de la búsqueda de calidad desde el plantel y respecto al contexto específico en el que está ubicado, es el de lograr adaptar la escuela a las condiciones de vida reales de las familias, a fin de hacer la cultural y económicamente más accesible y atractiva. El segundo reto de la búsqueda de la calidad en este sentido es hacer del contexto un interlocutor más claramente exigente de los derechos que le corresponden respecto a la educación de sus hijos, pero a la vez cada vez más comprometido.
CAPITULO IV
LA CALIDAD ESTÁ EN EL PROCESO
El mejoramiento de localidad es un proceso que nunca termina
Un movimiento de búsqueda de la calidad es un proceso que, una vez iniciado, nunca termina. Siempre tenemos que estar insatisfechos con los niveles de calidad alcanzados, porque siempre será posible mejorarlos.
La constancia es tan importante que no tiene sentido iniciar un proceso de búsqueda de calidad si una proporción importante del personal que trabaja en una escuela no tiene intenciones de permanecer en ella durante más de uno o dos años. Puesto que el liderazgo es central en todo proceso de mejoramiento de la calidad total, esta exigencia es doblemente fuerte para el director de la escuela
La calidad está en el proceso
La calidad es un proceso constante y permanente porque es total y está presente en todas las partes del proceso educativo. Un movimiento hacia la calidad lo que busca mejorar es el proceso que produce los resultados de aprendizaje.
Una organización es un proceso porque está constituida fundamentalmente por relaciones. De estas relaciones, dos son las más importantes: las relaciones con los beneficiarios y las relaciones entre quienes en ella trabajan, mejorar la calidad significa mejorar estas relaciones.
La mayor parte de las causas de la baja calidad están en el sistema. Es el sistema el que favorece un determinado tipo de relaciones. Sin embargo, también hay problemas personales que repercuten sobre la calidad, estos problemas se resuelven de dos maneras con disciplina y con formación.
La calidad tampoco puede asegurarse con inspección. La inspección podrá constatar que la calidad está mal. Pero decirlo no resuelve los problemas. La calidad hay que introducirla en el proceso. Tenemos que mejorar el proceso para esperar resultados mejorados. La calidad comienza desde el diseño mismo del proceso educativo.
Otro de los procesos esenciales es el de enseñanza. El proceso de enseñanza es un proceso de relaciones maestro-alumno, alumno-alumno, alumno consigo mismo. En la medida en que logremos mejorar estas relaciones estaremos incorporando calidad al proceso.
El tercer proceso central es el de la relación escuela-comunidad y maestro-padres de familia. En la medida en que estas relaciones se fortalezcan y podamos lograr una mayor participación de comunidad estaremos mejorando la calidad.
Para que los procesos mejoren, se requiere el cumplimiento de la función del director de la escuela.
CAPITULO V
LA CALIDAD DEPENDE DE TODOS LOS QUE PARTICIPAN EN EL PROCESO
La calidad la causa el equipo docente
En una escuela los resultados dependen de las personas y de las interrelaciones entre las personas. Un movimiento hacia una mejor calidad del proceso educativo requiere del involucramiento activo de todos los agentes implicados.
Entre estos agentes, los más importante son los que causan la calidad, es decir, el equipo docente. Director y maestros tienen que compartir el propósito de mejorar la calidad. En un proceso de mejoramiento de localidad, se transforma la cultura de la organización. Es indispensable que todo el equipo docente comprenda y comparta el propósito del mejoramiento, y entienda bien el papel que le toca jugar en él. Se trata de reunir a las personas en torno a objetivos comunes.
No basta con participar. Hay que hacerlo en equipo
No basta con que todos participen. Deben hacerlo en equipo. El trabajo en equipo hace que una persona compense con su fuerza la debilidad de otro, y que todos agucen su ingenio para resolver las cuestiones que son de todos.
En un trabajo en equipo se toman decisiones y se actúa sobre ellas. Este se convierte en el fin del trabajo en equipo- lo que lo define es su objetivo. Todos adquieren una responsabilidad ante el colectivo en esa actuación. En equipo también se monitorea el proceso.
En una organización compleja deben establecerse los mecanismos que permitan la comunicación fluida y permanente entre los mismos. En la administración de control total de calidad estos pequeños equipos se llaman “Círculos de Calidad”.
La participación en equipo mejora la calidad de vida en el trabajo
Las personas se desarrollan, se humanizan a sí mismas y humanizan el trabajo cuando participan activa y colectivamente en el mejoramiento de los procesos de trabajo. Cuando una organización se basa en el control de las personas que en ella trabajan para lograr eficiencia, lo anterior no se logra. No hay nada que disminuya más la calidad de vida en el trabajo que la existencia de pleitos, envidias, grupos enfrentados y chismes en nuestro ambiente cotidiano.
Las personas se realizan en su trabajo, y se desarrollan como personas, cuando participan creativamente en su mejoramiento, y cuando lo hacen en equipo, reconociendo que por sí solos no pueden modificar los procesos que condicionan su quehacer.
Algunos ejemplos de trabajo en equipo en la escuela
A continuación se enuncian ejemplos de objetivos que pueden conducir a la creación de círculos de calidad en la escuela:
1. La participación de los alumnos en el proceso de aprendizaje. Un equipo de docentes interesado por este aspecto puede asumir la diversificación, ampliación y mejoramiento de la calidad de los procesos que se dan en el interior del aula, con objeto de hacer esto posible.
2. El fortalecimiento de la lectura y la escritura. Un círculo de calidad puede proponerse fortalecer estas oportunidades.
3. El mejoramiento del entorno físico. Un círculo de calidad, formado quizás por algunas personas de intendencia y por algunos docentes que analicen este problema, encuentren sus causas y propongan soluciones.
4. El problema del rezago escolar. Hay que dimensionar el problema, averiguar sus causas, imaginar colectivamente soluciones, vigilarlas, evaluarlas, y seguir buscando formas que permitan seguir superando el nivel alcanzado.
La participación debe ampliarse a los padres de familia y a otros miembros de la comunidad
No son los docentes los únicos integrantes de una escuela. Si bien son los agentes más importantes, porque son los causantes de la calidad, una escuela debe convertir en una comunidad educativa en la que participen activamente alumnos, padres de familia y miembros de la comunidad.
Es conveniente comenzar un proceso de mejoramiento de la calidad a partir del personal docente de la escuela. Pero es altamente recomendable que, muy pronto en el proceso, se vayan incorporando alumnos y padres de familia que voluntariamente deseen participar en el mismo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
SCHMELKES, SYLVIA. (1995). HACIA UNA MEJOR CALIDAD DE NUESTRAS ESCUELAS. MÉXICO: SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA (BIBLIOTECA PARA LA ACTUALIZACIÓN DEL MAESTRO.
COMENTARIO CRÍTICO CAPITULO III, IV y V
En el capítulo III, “La calidad en el plantel y en su contexto” a mi parecer, es de vital conocimiento el hecho de que en la actualidad el enfoque dominante de la planeación educativa consiste en aplicar estrategias uniformes de desarrollo educativo, esto trae como consecuencia, como lo cita Schmelkes, dos errores. El primero es el de suponer que todas las escuelas son similares y el segundo suponer que la demanda está dada de manera idéntica en todas las escuelas.
Coincido completamente en lo anterior, debido a que la realidad de nuestras escuelas es muy diversa, no hay ninguna institución educativa similar a otra. Pienso que no es posible que se traten de implantar ciertas estrategias elaboradas a partir de un patrón establecido, cuando tan sólo en México, la diversidad es muy grande y más aún cuando se trata de educación. Estamos conscientes de que la realidad para muchas escuelas es muy adversa. No todos los planteles tienen la dicha de contar con un director de oficio o simplemente, no todas las escuelas cuentan con la infraestructura necesaria para su pleno funcionamiento.
¿Entonces como pretendemos que estas estrategias y políticas uniformes tengan los mismos resultados?... Yo pienso que estas acciones no rendirán fruto al menos que se defina el contexto en el que operarán, para que sean lo más apropiado posible a esa realidad. Haciendo una analogía con la actualidad, haré mención de mi experiencia en las jornadas de observación realizadas en estos últimos meses, en las que puedo constatar lo que expreso en estas líneas. Me fue posible visitar escuelas urbanas, urbano-marginadas y rurales, la diferencia entre una y otra es muy grande en cuanto al contexto que las envuelve. De esta manera, puedo decir que políticas uniformes no tendrán los mismos efectos en estas planteles, porque las circunstancias son adversas y los contextos completamente distintos.
¿Por qué pienso esto? Muy sencillo, en estas observaciones, afortunadamente pude percibir de todo, observé escuelas muy grandes, con maestros para cada materia, escuelas que cuentan con áreas de verdes o de recreación, con cafetería, con tecnología de punta para la aplicación de las actividades de los alumnos, pero también pude ver instituciones educativas en las que no hay bibliotecas, en las que carecen de canchas, cafeterías, maestros, directores de oficio, libros, computadoras, escuelas que sólo cuentan con dos salones, escuelas que ni siquiera cuentan con infraestructura propia y que tienen que rentar el local para cumplir con la sociedad demandante y el colmo, una telesecundaria, sin televisión.
La demanda es completamente diferente en una escuela y en otra. Considero que es un error gravísimo creer, que todos los niños son iguales o que todos cuentan con las mismas oportunidades de estudio, así como también que todos los estudiantes se encuentran motivados por lo que ven en el curriculum formal y que también esto satisface sus intereses o necesidades al aplicarse estrategias o políticas uniformes. Lo creo de esta manera, porque no es posible que se pretenda influir de los niños de manera similar, ya que como lo he percibido en las jornadas de observación, los niños tienen diferentes aspiraciones, intereses, motivaciones, necesidades, maneras de aprendizaje, comportamientos, dependiendo del contexto que los envuelva.
Hoy en día se habla mucho de calidad en educación, los gobiernos exigen a los planteles educativos resultados altos en pruebas que miden la “calidad” en los conocimientos de alumnos y en maestros, sin tener en cuenta que la inteligencia no es cuantitativa. Por esta razón, considero que debe de reformularse lo que es calidad… ¿Calidad es buenos resultados en exámenes?, ¿Calidad es aplicar lo aprendido?, ¿Calidad es eficacia en los procesos de enseñanza?, desde mi punto de vista, pienso que altos resultados en exámenes, no significan calidad, pienso que la calidad no depende de estos resultados, sino que va más allá, lo que debe buscar, según mi criterio, es lograr adaptar la escuela a las condiciones de vida reales de las familias.
El gobierno exige tanto de calidad a las escuelas, pero no comprende que existen factores, independientes de ella, que tienden a imposibilitar esta lucha hacia una mejor calidad de nuestras escuelas, y desde mi perspectiva estos factores deben ser abolidos por parte de él. Por ejemplo los problemas de nutrición y de salud, pero ya basta de que el gobierno implemente programas remediadores, debe de implementar programas preventivos. Es que no es posible ¿qué no comprende que en ciertas situaciones es más importante para un niño comer que ir a la escuela?
Aún sabiendo todo lo anterior, desde mi particular punto de vista, creo que es posible trabajar por una educación de calidad, esto depende del cuerpo docente, ya que son los responsables de adaptar las medidas uniformes de política a los contenidos específicos. Por lo anterior, es imprescindible que esta lucha hacia la calidad educativa, inicie en cada escuela, en cada plantel educativo del país, porque sólo en este nivel, es donde se puede conocer, como lo señala Schmelkes, las relaciones entre la escuela y la comunidad. La lucha por la búsqueda de la calidad educativa, necesita compromiso y necesita que el plantel educativo esté atento a los problemas de la demanda. Pienso que primero deben de conocerse sus necesidades y en segunda instancia tener un dialogo constante con los beneficiarios.
Sin embargo como lo enuncia el capítulo IV, “La calidad está en el proceso”, el movimiento de la búsqueda de la calidad nunca termina. Pienso que el conocimiento de este enunciado es de gran relevancia debido a que, todos los participantes en el ejercicio de la calidad deben de estar conscientes de que siempre será posible mejorar. Creo que la constancia por parte del personal que trabaja en la institución educativa es de suma importancia, porque es necesario que se comprometan a luchar por ella y no decaigan los ánimos a pesar de las adversidades, para esto es preciso que el cuerpo docente permanezca en el plantel educativo por algún tiempo determinado, considero que esto debe ser así porque de esta forma se inicia un proceso que tiene continuidad, de tal manera que si el personal docente no está dispuesto a permanecer un buen tiempo, el proceso pierde el seguimiento correspondiente para su pleno funcionamiento.
Según este capítulo, el movimiento hacia la calidad lo que busca es mejorar el proceso que produce los resultados de aprendizaje, para lograr esto hay que mejorar las relaciones. Coincido completamente en este punto. Debido a que muchas veces la relación que se establece entre escuela-sociedad frena la lucha hacia la calidad. Haciendo una equivalencia con el presente, me permitiré hablar sobre la problemática que presentan algunas escuelas debido a las circunstancias adversas que viven los alumnos cuando en su salón de clases se encuentran con un maestro prepotente y violento, desgraciadamente estas situaciones se siguen presentando y no es justo que un docente marque la vida de un alumno con insultos o con malas acciones.
Pienso que en el aula de trabajo el alumno debe tener la seguridad de estar apoyado por el profesor y esto se consigue reforzando las actuaciones positivas del alumno, en lugar de resaltar con frecuencia las negativas. Para mantener la convivencia hay que cultivar el diálogo y especialmente la actitud de saber escuchar. El maestro, no puede reducirse a ser un cazador de faltas, sino más bien tiene que prevenirlas, enseñar y facilitar al alumno el comportamiento correcto. Creo que esta quizá sea la diferencia fundamental entre educador, y enseñante.
La mayor parte de las causas de la baja calidad están en el sistema, pienso que esto es así debido a que existen ciertas anomalías que dan pie a que se desarrollen relaciones negativas que repercuten en el detenimiento del progreso hacia la calidad, es por eso que se plantea que se necesita cambiar el sistema, empezando por las relaciones, como hago mención anteriormente. Algo que me parece muy importante es que señala que la inspección no asegura la calidad, concuerdo completamente con este aspecto, ya que se tiene la creencia errónea que el hecho de que el inspector haga acto de presencia en un plantel educativo mejorará la calidad educativa, la inspección puede constatar que la calidad está mal, pero hacer esto no resolverá los problemas.
La calidad debe comenzar desde el diseño mismo del proceso educativo, es decir desde los conocimientos que pretendemos que nuestros alumnos adquieran y de qué manera queremos que los aprendan. En esta parte, considero que entra un punto muy importante, es momento de aplicar lo que afirmábamos en el capítulo III, acerca de las políticas uniformes, las cuales deben elaborarse a nivel de plantel y responder a las necesidades de la población demandante, por tal motivo, creo que tenemos que estar al pendiente y conscientes de lo que nuestros estudiantes requieren, también hacer caso del contexto que los envuelve y ajustar las políticas o estrategias a estas circunstancias.
Mejorar las relaciones del proceso de enseñanza, parece algo complejo, pero siendo sinceros, es algo completamente necesario. Comparando este enunciado con la actualidad, puedo decir que durante las jornadas de observación, pude percatarme que en las escuelas donde no hay problemáticas como habladurías e indirectas entre el personal docente, son las que generalmente funcionan de manera armónica, compartiendo objetivos hacia un movimiento en busca de la calidad educativa. De esta manera, puedo afirmar que es preciso que se modifiquen para bien las relaciones existentes entre maestro-alumno, alumno-alumno, alumno consigo mismo, escuela-comunidad y maestro-padres de familia.
Lo que se pretende con lo anterior, es que estas relaciones se fortalezcan con la participación activa de todos los miembros que hacen posible el proceso de enseñanza. Quiero aclarar que no todo es cuestión del personal docente, tenemos que concientizar a la población de que la tarea es de todo el Sistema Educativo Nacional, por tal motivo, exhortó a los gobiernos federales, estatales y municipales, para que de una vez por toda la educación tenga a prioridad que merece y necesita, porque nos quejamos de ser una nación en desventaja, en cuanto a desarrollo económico en comparación con otros países, pero lo que no tenemos en cuenta, es que las naciones con las que nos comparamos, le dan una vital importancia a la educación y a su continuo mejoramiento.
No puedo creer que nuestros políticos, aquellos que están sentados en los altos puestos, gocen de los privilegios que el poder les da, son capaces de tener un sueldo muy elevado y aún así se sigue argumentando, que no hay fondos para la educación, todo esto significa un obstáculo para el movimiento hacia la calidad educativa. Es cuestión de un trabajo en equipo, de un trabajo que permita sobrepasar las adversidades que vive nuestra realidad educativa, tenemos que exterminar la corrupción, que desde mi punto de vista, es uno de los principales enemigos que presenta la búsqueda de la calidad.
Como lo mencioné anteriormente, para lograr la calidad que hemos establecido como objetivo, es cuestión de que trabajemos en equipo, como lo enuncia el capítulo V “La calidad depende de todos los que participan en el proceso”, un movimiento hacia una mejor calidad del proceso educativo requiere del involucramiento activo de todos los agentes implicados. Pienso que esto es muy cierto, ya que no necesitamos a un docente indiferente, ni mucho menos a un alumno al que le dé lo mismo asistir o no a clases, lo que buscamos es que todas las partes estén comprometidas, para lograr esto, considero que primeramente se debe hacer una labor de concientización para que todas las piezas que conforman nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje definan su misión, visión, objetivos, capacidades, actitudes y valores, para que si es necesario que alguna de ellas sufra alguna modificación positiva que le permita incorporarse de manera adecuada para asumir sus derechos y obligaciones, de tal manera que logre sentirse comprometida con la función que le corresponde.
Recordemos que es indispensable que todo el equipo docente comprenda y comparta el propósito del mejoramiento y entienda bien el papel que le toca jugar en él. Se trata de reunir a las personas en torno a objetivos comunes. Como lo vimos con Mortimore, es cuestión de objetivos compartidos. Considero que las escuelas serán más efectivas si el personal se pone de acuerdo sobre a dónde quiere llegar y de qué manera lograrlo. Esto desde mi punto de vista propiciará unión entre el cuerpo docente, la cual se verá reflejada en un ambiente oportuno para el trabajo de tal manera que funcionará como un todo coherente.
No basta con participar, hay que hacerlo en equipo. Como lo mencionaba anteriormente, pienso que es necesario trabajar luchando por el mismo fin y fortaleciendo nuestro trabajo con una buena comunicación que evite los malentendidos y nos permita compenetrarnos de manera positiva para mantenernos firmes en nuestros ideales. Ser rectos en nuestros valores y en nuestras convicciones nos permitirá cumplir con lo que hemos planeado para acercarnos cada vez más hacia la calidad educativa.
Pienso que las problemáticas que frenan el camino que conduce a la calidad educativa, deben ser enfrentados por el todo uniforme tanto del personal docente como de los padres de familia, alumnos e incluso la sociedad. Si se hace de esta manera, los esfuerzos de todos se sumarán. Lo primero que tenemos que hacer es identificar esta problemática, averiguar sus causas, planear soluciones, las cuales deben estar en función de la realidad del contexto que rodea a la población demandante y no deben contraponerse a la cultura, valores o tradiciones de la sociedad; una vez sobrepasado el problema, tenemos que buscar la manera de seguir superando el nivel alcanzado.
Desde mi manera de ver las cosas, la participación que se amplíe hasta los padres de familia y a la sociedad, es la que tendrá más efectos benéficos en la lucha para lograr el objetivo de la calidad. Considero que las escuelas deben fomentar las relaciones que se dan entre hogar-escuela, de tal manera, invito a que los padres se involucren con la actividad educativa de sus hijos, que dejen de mantenerse al margen y que trabajen en conjunto con el cuerpo docente, de tal manera que ambos se apoyen, porque pienso que ambos comparten los mismos objetivos y expectativas para con los menores.
Lo anterior, desde mi punto de vista, es imprescindible para una educación de calidad, debido a que si los padres están involucrados, se expande el tiempo activo de aprendizaje de los pequeños estudiantes, lo menciono de esta manera porque, así si los alumnos presentan alguna dificultad en la escuela, en casa estos problemas pueden ser tratados, de tal forma que se encuentre alguna solución. Además de lo anterior, pienso que la participación de los padres propiciará, que lo aprendido en la escuela pueda ser aplicado en la vida diaria, de tal forma que el curriculum formal, tenga sentido para los estudiantes.
Las escuelas con éxito son aquellas que no sólo involucran a los padres, sino que los apoyan y se requiere de su participación. Haciendo una analogía con la actualidad, mencionaré otra de mis experiencias en mis jornadas de observación, en la cual tuve la oportunidad de ver como la labor en conjunto de padres de familia y la escuela, propicia el mejoramiento del funcionamiento del plantel escolar. Para ilustrar lo siguiente, es preciso enunciar que en mi visita a la telesecundaria de Cinco Palos, ubicada en el municipio de Coatepec, el trabajo en equipo de padres de familia con el personal docente, permitió sobrepasar la principal adversidad que se vivía en esta institución educativa, el hecho de no contar con una infraestructura propia que propicie a la escuela, el ambiente adecuado para estimular el aprendizaje y el trabajo.
Lo que hicieron los padres de familia laborando en equipo con el personal docente, fue lograr recabar los recursos precisos para construir las instalaciones propias del plantel educativo. Este es un ejemplo claro, de un trabajo en equipo, definido por los objetivos compartidos, basado en la constancia y el esfuerzo, así como también en la comunicación y en la adaptación a las necesidades del contexto. Por tal motivo me enorgullece decir que a pesar de los infortunios que presentan la mayoría de las escuelas en nuestro país, es posible sobreponernos y avanzar hacia la calidad educativa tan esperada.
Para concluir, quiero decir que la calidad de la enseñanza, dependerá de la calidad de los maestros de la escuela, directivos, alumnos y padres de familia, lo que se busca es un beneficio para la comunidad en general, por tal motivo es tarea de todos estar comprometidos con nuestras funciones y luchar por lo que anhelamos. En virtud de lo que he leído, analizado y reflexionado, puedo decir que esto servirá para comprometerme con mi formación inicial, para que en un futuro, el papel que desempeñe como docente, logre cumplir con las expectativas esperadas por la sociedad tan compleja que envuelve la realidad actual.
No podemos hablar de calidad y exigirla, si no empezamos por nosotros mismos, es muy cierto el hecho de que no se puede cambiar el mundo, tenemos que cambiar nosotros, con la calidad ocurre una situación similar, es cuestión de compromiso personal, lo cual desencadenará cambios posteriores completamente positivos. De esta manera, exhorto a la comunidad en general, maestros, directivos, inspectores, padres de familia, alumnos, medios de comunicación, en fin a nuestra tan diversa población para lograr impulsar la calidad educativa que tanto necesita nuestro país, para optimizar las condiciones de vida, para impulsar el desarrollo de México y para abolir de una vez por todas las desigualdades educativas de la nación.