El director debe ser líder; debe apoyar y estimular
En un proceso de mejoramiento de la calidad, el papel del director es fundamental. La calidad requiere un nuevo tipo de liderazgo, basado en la experiencia y en la convicción personal.
El director debe ser el primero y el más comprometido con el propósito de mejorar la calidad, debe sentirse responsable de la calidad educativa de esa escuela. Debe fungir como autentico líder, capaz de motivar, facilitar, estimular el proceso de mejoramiento de la calidad, es un animador de la comunidad escolar. Debe comprometerse a involucrar a su personal en un proceso participativo, constante y permanente para hacer las cosas cada vez mejor, tiene que conocer a fondo todos los procesos importantes que ocurren en la escuela, y tiene que involucrarse de lleno en cada uno de ellos.
El director debe buscar que el docente esté orgulloso de su trabajo
El líder de un proceso de calidad debe ayudar a los docentes a trabajar más inteligentemente, no más duramente. La dirección debe comprender y actuar sobre los problemas que privan al docente de la posibilidad de realizar su trabajo con satisfacción.
El líder es un compañero que aconseja y dirige a su gente día a día, aprendiendo de ellos y con ellos. El objeto del liderazgo es mejorar el comportamiento del ser humano para mejorar la calidad, es necesario que de manera consistente centre su atención en el sistema, buscando que todo el mundo haga mejor su trabajo, y que derive mayor satisfacción de él. Para ello, es esencial que esté en armonía con sus trabajadores.
Un director se preocupa por investigar
Esto significa que hay que conocer nuestra escuela y nuestro entorno. Tenemos que conocer, en primer lugar, como estamos logrando nuestros objetivos hacia afuera. Tenemos que conocer las condiciones y las necesidades de nuestros beneficiarios y la forma en que estamos fallando en su satisfacción. Todos éstos son procesos que requieren investigación. Un proceso de mejoramiento de la calidad implica hacer todo esto para contar con información de la realidad que nos permita interpretar, encontrar causas y diseñar soluciones. Es un paso indispensable para poder elaborar un plan en el que nos involucremos todos.
Un director se preocupa por la formación en el trabajo
El proceso de mejoramiento de la calidad es un proceso que educa continuamente a quienes en él se involucran. Participar en un proceso de esta naturaleza implica aprender a conocer las necesidades del beneficiario. Significa aprender a investigar, a interpretar la información, a discernir las causas principales de un problema. Implica aprender a traducir una idea en un plan con metas a corto y mediano plazos. Significa a prender a medir, a monitorear, a evaluar, lo que significa también desarrollar la capacidad de crítica y autocrítica.
Participar en un proceso de esta naturaleza implica aprender a vivir valores nuevos. Participar en un proceso de mejoramiento de la calidad es participar en un proceso profundamente educativo.
El director tiene dos responsabilidades: mantener y mejorar
La responsabilidad de mantenimiento del sistema se refiere a la necesidad de asegurar que todos puedan alcanzar los estándares establecidos en un determinado momento dentro del ciclo de mejoramiento de la calidad. El director debe propiciar que el equipo en su conjunto reafirme y exprese en forma clara los mínimos de comportamiento esperados de los docentes.
Una vez terminado un ciclo de mejoramiento de la calidad y demostrada la efectividad de las medidas tomadas, debe hacerse lo mismo. La responsabilidad del mejoramiento es la otra cara de la moneda. Se refiera a la necesidad de dar los pasos necesarios para ir logrando estándares de comportamiento y niveles de logro cada vez más altos.
Hay dos maneras de lograr el mejoramiento: a través de la innovación y a través del mejoramiento continuo. La innovación generalmente cambia radicalmente alguna práctica establecida. El mejoramiento continuo cambia poco a poco y día con día las prácticas que se han detectado como poco conducentes a la calidad.
El director tiene dos funciones: la función estimulante y de apoyo y la función de control
La primera de estas funciones, la estimulante y de apoyo, está dirigida a los procesos. Consiste en propiciar que mejoren las relaciones de manera que puedan producirse buenos resultados. La segunda de estas funciones, la de control, está dirigida a los resultados. En un movimiento hacia la calidad, la primera es la función en la que se hace énfasis, bajo el supuesto de que, si los procesos mejoran, mejorarán los resultados. Esto no significa que se descuide el control de los resultados. El control sobre los resultados es la forma de evaluar si el mejoramiento de los procesos fue efectivo.
CAPITULO VII LA CALIDAD CONDUCE AL MEJORAMIENTO CONTINUO DE LAS PERSONAS INVOLUCRADAS
Un caso
Una persona que no está orgullosa del trabajo que realiza se ausenta, llega tarde, cambia de trabajo o de escuela frecuentemente. La filosofía de la calidad supone que esto sucede como consecuencia de una mala supervisión y de una mala gestión de la organización.
Por el contrario, cuando una persona se siente importante en un trabajo, hará todos los esfuerzos por quedarse en él. Se sentirá importante si puede sentirse orgullosa de su trabajo y puede colaborar en mejorar la calidad de su organización.
Los problemas no son de los docentes, sino del sistema
En términos generales, el problema de la calidad no reside en loma con el que opera la escuela sin embargo la solución sí depende del equipo de docentes, siempre y cuando este equipo sea capaz de modificar el sistema.
Cuando el equipo de docentes, encabezado por su director, se da a la tarea de modificar el sistema y de mejorar los procesos para alcanzar mejores resultados, atendiendo a las necesidades de los beneficiarios, los participantes se desarrollan como personas.
Lo importante en la calidad es la calidad de las personas
La calidad de las personas es la primera preocupación de la filosofía de la calidad. Un sistema en el que se persigue la calidad se preocupará de que las personas desarrollen al máximo sus potencialidades.
En educación vemos que los planificadores parecen darle más importancia a las cosas que a las personas para mejorar la calidad de la educación.
Lo más importante es la posibilidad de vivir los valores del compromiso, la responsabilidad y solidaridad
Las personas se desarrollan como tales cuando son capaces de crecer integralmente. Es necesario tener conocimientos, gozar de una calidad de vida digna, ser respetados y aceptados. Hay algo más importante que todo lo anterior: El proceso de desarrollo personal radica en descubrir el sentido de la vida que procede fundamentalmente de demostrarse a sí mismo la capacidad de transformar la realidad en el sentido en que uno cree que debe ser transformada y hacerlo en forma congruente con los valores que uno quiere ver reflejados en esa realidad que contribuye a transformar.
Si nos desarrollamos como persona, podremos formar integralmente a nuestros alumnos
Cuando en nuestras escuelas logremos crear las estructuras que permitan desarrollar a las personas, podremos tener la certeza de que estaremos en una posición privilegiada para proponernos lo mismo con nuestros alumnos.
Valores que podemos vivir en forma congruente al participar en un proceso de mejoramiento de la calidad:
1. Identidad
Los docentes nos vemos fortalecidos en nuestra identidad. Nos reconocemos como parte de una escuela; nos llegamos a sentir parte de ella, porque en parte es creación nuestra. Pero también adquirimos identidad profesional, porque desarrollamos nuestras capacidades como docentes.
La identidad está en la base de uno de los derechos humanos fundamentales, que es el respeto y la dignidad. Para el logro de la identidad, se considera clave la existencia de oportunidades de al menos tres tipos:
a) La participación creativa
b) La diversidad
c) La autoestima
2. La libertad, la responsabilidad y el respeto al bien común
Los procesos de mejoramiento de la calidad en la escuela nos abren la posibilidad de vivir los valores. La libertad debe entenderse como el derecho a elegir, pero conociendo las consecuencias de la elección. La escuela debe propiciar múltiples espacios de elección libre, pero junto con ello un proceso de definición colectiva y participada de las normas de convivencia.
3. La equidad y la justicia
Un proceso de mejoramiento de la calidad total se preocupa por todos los alumnos para la calidad es más importante disminuir las variaciones que mejorar los promedios. En este principio de la filosofía de la calidad están sintetizados los valores de equidad y justicia.
La equidad consiste en brindar oportunidades iguales a todos. La justicia consiste en dar más a quien más necesita. La justicia es un valor mucho más profundo de la equidad. La escuela debe ofrecer oportunidades para vivir la equidad como condición sin la cual no se puede vivir la justicia; y oportunidades para vivir la justicia.
4. La solidaridad y el compromiso
Sin la solidaridad no es posible emprender un proceso de mejoramiento de la calidad. La calidad está en los procesos, y en los procesos participamos todos. El compromiso es un supuesto de todo proceso de mejoramiento de la calidad. Quien no se compromete con un proceso continuo de mejoramiento, no se podrá atribuir jamás mejores resultados.
La solidaridad tiene que ver con la identidad colectiva pero también con las manifestaciones de voluntad de apoyar a quienes lo necesitan.
5. La congruencia
La congruencia entre la información, el conocimiento, el juicio, la elección y la acción es lo que, en última instancia, define el valor, que se manifiesta verdaderamente en las conductas. Lo que más deseduca, y la razón por la cual la escuela forma en valores “no deseables”, parece estribar precisamente en las incongruencias entre el discurso y los hechos.
La congruencia se favorece en la medida en que se privilegien los procesos de conocimiento que suponen su construcción.
CAPITULO XVIII LA PLANEACIÓN Y LA EVALUACIÓN PARA LA CALIDAD
El reconocimiento del problema
La búsqueda de la calidad se inicia con el reconocimiento de la existencia de un problema. Este problema puede ser de dos tipos, o de la combinación de los dos: una preocupación por los resultados deficientes que la escuela está produciendo, o una preocupación por los procesos deficientes que la escuela está produciendo, o una preocupación por los procesos deficientes que la escuela está desarrollando, ambos están vinculados.
El reconocimiento de un problema puede proceder de las quejas que la escuela recibe por parte de sus beneficiarios, puede proceder también de las críticas emanadas del propio personal que labora en la escuela o puede proceder de la dirección.
Si este último es el caso, el proceso generalmente es más sencillo. El director tiene una idea de cómo deben ser las cosas mejores. Lo más difícil en este caso es que el equipo de docentes reconozca también el problema y esté dispuesto a colaborar para convertir la idea en plan.
Las quejas y las críticas, que no vienen del director, tienen que pasar a convertirse en una preocupación central del director, tienen que pasar a convertirse en una preocupación central del director, si el director no hace suya la necesidad de cambiar, no es posible iniciar un proceso de mejoramiento de la calidad.
Si el director se involucra en el problema y genera una o varias ideas de cómo las cosas pueden ser mejore, esta idea se tiene que convertir en plan, la planificación es un aspecto importantísimo en los procesos de mejoramiento de la calidad.
La idea se convierte en plan
Características del plan:
1. El plan debe elaborarse en equipo
2. El plan debe comenzar por estabilizar los procesos, o por definir la estabilidad existente
3. Diseñar los resultados obtenidos
4. El plan debe privilegiar los procesos de prevención del problema
5. El plan debe privilegiar la disminución de las variaciones por encima de la elevación del promedio.
6. El plan requiere programas más precisos
El plan se pone en práctica y se monitorea
El plan debe traducirse en nuevas prácticas. Las prácticas se refieren a los procesos, y actúan, sobre las relaciones. Puesto que un plan pretende modificar procesos, es necesario que las prácticas se revisen en forma permanente por el equipo que las definió. A esta revisión continua se le llama monitoreo, a diferencia de la evaluación, que revisa los resultados.
El monitoreo se refiere a la actuación de las personas en sus prácticas cotidianas, cambiar nuestras prácticas no es fácil. El monitoreo es trabajo grupal. Para monitorear requerimos criterios. Los criterios son de naturaleza cualitativa. Se refieren a los esfuerzos de las personas, a sus actitudes, a su constancia, a su capacidad de crítica y autocrítica, estos criterios pueden traducirse en indicadores precisos, también de carácter cualitativo.
En un proceso de monitoreo, es importante no perder de vista la satisfacción de las necesidades del beneficiario de nuestra acción educativa. A lo largo de todo el proceso, es esencial fortalecer el diálogo con nuestros beneficiarios. Este diálogo proporcionará insumos importantes en nuestro intento de modificar las prácticas escolares y, lo que es más importante, nos ayudará a tener presente el objetivo hacia afuera, que es lo que motiva originalmente el proceso y lo que nos mantiene unidos en nuestros propósitos. Estimular la comunicación y socializarla es una de las importantes responsabilidades del director.
Los resultados se evalúan
El proceso se monitorea. Los resultados se evalúan. Evaluamos cuando ha transcurrido el tiempo suficiente después de haber logrado modificar nuestras prácticas. Lo que evaluamos es la forma en que se distribuye el aprendizaje logrado.
En educación, la evaluación es una práctica común. El problema es que sólo se evalúa, no se monitorea. La evaluación sin monitoreo no permite mejorar la calidad, solamente constatar su presencia o ausencia. La evaluación es importante, pero sólo es útil para mejorar cuando se la combina con el monitoreo, se evalúa con el resultado, pero no por el resultado. La evaluación verifica si los procesos modificados contribuyeron o no al logro de mejores resultados.
Se cierra un ciclo y comienza otro
Una vez demostrado que los procesos desencadenados en efecto han tenido los resultados esperados, es necesario estandarizar estos procesos.
EL CICLO PHRA
PLANIFICAR hacer planes de mejoramiento en las prácticas actuales a partir de datos sólidos.
HACER significa la aplicación del plan.
REVISAR ver si se ha producido la mejoría deseada.
ACTUAR prevenir la recurrencia o institucionalizar el mejoramiento como una nueva práctica para mejorarse.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
SCHMELKES, SYLVIA. (1995). HACIA UNA MEJOR CALIDAD DE NUESTRAS ESCUELAS. MÉXICO: SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA (BIBLIOTECA PARA LA ACTUALIZACIÓN DEL MAESTRO)
COMENTARIO CRÍTICO CAPÍTULO VI, VII Y VII
Al hacer un minucioso análisis de estos capítulos, puedo decir, que el compromiso que uno adquiere como docente, es muy amplio, la calidad la requiere como ingrediente principal, el liderazgo es también necesario para iniciar y mantener el mejoramiento de las escuelas, el liderazgo del director o directora, debe ser el primordial para lograr un movimiento hacia la calidad educativa, el capítulo VI “La calidad requiere liderazgo”, nos permite tener un conocimiento sobre esta realidad.
Desgraciadamente, si la dirección de una escuela no está involucrada y comprometida, con el propósito de búsqueda de la calidad, es muy complejo que esto se logre. Lamentablemente, tenemos un concepto erróneo sobre cuál es el papel del director en una institución educativa, muchas veces creemos, que su función se reduce sólo al aspecto administrativo. Pero esto no puede seguir siendo así, necesitamos un cambio, criticamos mucho al gobierno, y con justa razón, pero seamos conscientes y pido que recordemos el viejo dicho que dice, “no puedes cambiar al mundo, cambia tú”, empecemos por nuestras escuelas, si es que queremos hacer un cambio definitivo en el funcionamiento de los planteles educativos de todo nuestro país.
Para empezar por nuestras escuelas, es necesario que aquel que funge el papel central, el director, esté decidido y consciente de esta situación, así como también debe ser responsable y ser capaz de motivar el proceso de mejoramiento hacia la calidad educativa. Pienso que un director, debe ser más que aquel que pone las reglas, maneja los papeles, hace las juntas u organiza a los docentes, un director debe ser un auténtico líder, debe motivar al cuerpo docente, así como también hacerlo partícipe de todos los procesos relevantes que acontecen en la institución. Desde mi perspectiva, el alcance de este último punto señalado, es muy amplio, debido a que si el director del plantel educativo hace partícipe al cuerpo docente, éstos se sentirán tomados en cuenta, de tal forma comprenderán la importancia de su labor y de esta manera sentirán aprecio, valoración, respeto, satisfacción y orgullo por su trabajo.
Seamos sinceros, sólo cuando te sientes a gusto con lo que haces, lo realizas bien, de tal manera que propiciar lo anteriormente mencionado, sería comenzar un movimiento hacia la calidad desde lo más esencial. El líder es un compañero que aconseja y dirige a su gente, aprende de ellos y con ellos, por tal razón es importante que nuestro director, esté abierto a las opiniones de los docentes, alumnos, padres de familia y supervisores. Nuestro líder no puede ser una persona cerrada, no puede ser una persona que no acepta sus errores o que no toma en consideración lo que se le propone, por el contrario debe ser una persona que está en constante comunicación con todo el sistema para saber si lo que se está realizando va por un buen camino, o no está produciendo resultados favorables.
Por lo anteriormente señalado, considero que nuestros directores deben de estar conscientes de las necesidades que pudiesen presentar los beneficiarios, para poder trabajar en equipo con los docentes en la búsqueda de la solución a estas demandas. Todo radica en el trabajo en equipo, encabezado por la figura del líder, en este caso, en la figura de nuestro director. Considero que para que se establezca el trabajo en equipo, es necesario mejorar las relaciones entre todo el personal, para que sea posible la producción de buenos resultados, esto sólo se lograra, desde mi perspectiva con la estimulación y apoyo por parte del director.
En un movimiento hacia la calidad, el director debe de tener un control sobre los resultados, pienso que esto es absolutamente necesario, ya que sólo conociendo los resultados obtenidos, sabremos si lo que llevamos a cabo cumplió nuestras expectativas, o no fue suficiente y tendremos que replantear lo propuesto para cumplir con nuestros objetivos.
Haciendo una analogía con lo vivido en mi última jornada de observación, puedo afirmar que el papel de líder que asume el director de la telesecundaria “Guillermo Prieto”, es determinante para que la escuela siga su búsqueda hacia la calidad educativa, durante esta experiencia pude observar, como el director motivaba el trabajo docente, logrando de tal forma que todos se sintieran parte de esta gran familia educativa, al trabajar todos en equipo, sabiéndose unidos y luchando por objetivos compartidos, los docentes se sentían a gusto y satisfechos con su labor, así también como con los resultados obtenidos. El ambiente en esta escuela era adecuado y las mejoras se hacían visibles.
Como lo mencionaba anteriormente, el director debe propiciar el trabajo en equipo para que de esta manera, todos los docentes se sientan parte del todo y logren sentirse orgullosos con su trabajo, sin embargo cuando ocurre lo contrario, cuando los docentes no se sienten satisfechos con su trabajo, no es posible un movimiento hacia la calidad educativa.
El capítulo VII “La calidad conduce al mejoramiento continuo de las personas involucradas”, nos habla precisamente de esto, quisiera destacar algo que me hizo reflexionar mucho, el caso que se expone, es algo que suele ocurrir con los maestros recién ingresados al sistema, nos dice que muchas veces, los maestros de nuevo ingreso llegan a una escuela con todas las ganas del mundo, dispuestos a aplicar todo lo que tenían pensado en su escuela normal, las planeaciones modelo al fin se podrán llevar a la práctica y podremos luchar contra todo con lo que nos manifestábamos en contra en nuestros trabajos ejemplares que nos solicitaban los catedráticos, sin embargo al llegar a esta escuela, descubrimos que desgraciadamente nuestro sistema está muy viciado, nos topamos con la cruel realidad y al ver tipo de situaciones que atentan contra nuestros principios no nos sentimos cómodos en tal lugar, sólo esperamos con ansias la oportunidad de salir de ahí, de poder cambiarnos a una escuela que nos aprecie, que nos distinga y en donde podamos aplicar todos nuestros sueños planeados, donde en lo principal exista apoyo entre el equipo docente y el director.
En lo planteado anteriormente, se dice que el problema de la calidad no reside en los docentes, si no en el sistema, sin embargo la solución depende del equipo de docentes. Por tal manera, se debe buscar el trabajo en equipo, siendo encabezado por el director para modificar estos vicios que llegase a presentar nuestro sistema, y es que para lograr que nuestro movimiento hacia la calidad resulte con éxito, es necesario que las personas involucradas realicen su función con calidad, considero que esto sólo se logrará con aceptación, respeto y amor por su labor, lo cual desembocará en un desarrollo personal.
Cuando un docente presenta un pleno desarrollo personal, se sentirá capaz de modificar la realidad, en base a sus valores. Hay un aspecto que, considero tiene mucha relación con este punto, cuando hablamos de desarrollo personal, hablamos de una persona que fue capaz de satisfacer sus necesidades y cumplir sus sueños, una persona que siempre tuvo en mente ser “eso” que es ahora. ¿Entonces como es posible, que para una plaza de telesecundaria, se acepte a ingenieros, arquitectos, doctores o abogados, que jamás pensaron en ser maestros?, ¿Cómo es posible que estos “maestros por accidente” trabajen en las aulas de escuelas mexicanas, si no se sienten bien con su labor y son capaces de hacer comentarios como: “ps ya, aunque sea de maestro”? Como lo he visto y analizado en este capítulo, la búsqueda hacia la calidad debe comenzar por uno mismo, y sólo será posible sintiéndonos cómodos con nuestra labor, entonces, ¿no sería contradictorio admitir en el sistema a personas que no se sienten orgullosos de trabajo?, ¿realmente una persona frustrada será capaz de promover la calidad, si esta misma persona no realiza con calidad sus funciones porque nunca quiso ser “eso” que es ahora?
Si nos desarrollamos como personas, podremos formar integralmente a nuestros alumnos, nuestros niños necesitan personas capaces de comprenderlos, motivarlos, atenderlos, personas que sean capaces de despertar su interés en seguir estudiando, personas que les enseñen a no rendirse jamás, personas que le transmitan valores, personas que los escuchen, sin duda alguna necesitan a un verdadero maestro, una persona que predique con el ejemplo, un completo profesional. Por todo lo anterior, considero que nosotros los docentes, debemos de enlazarnos a ciertos valores, los cuales regularán nuestras acciones y harán de nuestra labor, una contribución hacia la calidad educativa tan esperada y soñada por todos los mexicanos.
Los valores como la libertad, la responsabilidad, el respeto, la equidad, justicia, solidaridad y compromiso, son la base para nuestras relaciones, de tal manera, son los valores a los cuales debemos sujetarnos y jamás abandonarlos, es más debemos inculcarlos en nuestro salón de clases, en nuestra escuela y en nuestra sociedad. Sólo logrando lo anterior, obtendremos resultados sorprendentes, los cuales serán capaces de modificar nuestra realidad, sólo entonces, las cosas serán diferentes, nuestro mundo entonces cambiaría, por tal razón como lo esbocé en un principio, cambiemos nosotros, para cambiar al mundo, en este caso, cambiemos nosotros, para cambiar mediocridad educativa que invade a nuestro país. Un aspecto que me gustó mucho en este capítulo fue el de la congruencia, seamos congruentes compañeros, que se vea reflejado lo que predicamos, lo que decimos, lo que adoptamos como nuestro rol, en acciones que realizamos.
Maestros, por favor adoptemos nuestro papel, no nos prestemos más a situaciones que degradan nuestra noble labor, ¿cuántos maestros no hay que cobran por una calificación?, ¿cuántos maestros no hay que agreden a los alumnos?, ¿cuántos maestros no existen que son capaces de abusar de niños inocentes? La situación no puede seguir así. Es necesario que se haga una limpia de todos estos docentes, que sólo denigran la profesión más bella, la profesión que es la necesaria para el desarrollo potencial de nuestro país. Exhorto a todos mis compañeros en formación y a los docentes en servicio, a entender que laboramos con material humano, el más difícil de trabajar; si cometemos una falta, si tan sólo nos equivocamos, las consecuencias son enormes, dañamos a un ser humano, lo marcamos para siempre. Seamos congruentes, apliquemos lo que predicamos, no podemos exigirles a nuestros alumnos, si no nos exigimos a nosotros mismos; no podemos exigirle a nuestros alumnos si no cumplimos con lo que tanto hablamos. ¿Cómo hablaremos de respeto, si ofendemos a nuestros alumnos?... el punto es claro, tenemos que amar nuestra labor, todo se reduce en eso. ¿Por qué pienso esto? Porque sólo amando lo que hacemos, lo haremos con gusto, lo haremos con dedicación, no importa las dificultades a las que nos enfrentemos, no importa las carencias, sólo importan los jóvenes que necesitan de la escuela para poder salir adelante, jóvenes que necesitan de nosotros para cambiar su futuro.
Haciendo una similitud con la realidad, mencionaré otra de mis experiencias en mi última visita de observación, en la cual el maestro, a pesar de ser interino y de llevar sólo veinte días laborando, fue capaz de motivar a todo el grupo de 3° A, el grupo se veía a gusto, realizando todas las actividades que el docente solicitaba, en ningún momento dejaron de trabajar, me dio mucho gusto ver esto, porque pude percatarme de cómo la calidad del docente, emanada de su desarrollo personal, es capaz de modificar las relaciones con el grupo y es capaz de propiciar gradualmente un movimiento hacia la calidad.
La búsqueda de la calidad se inicia con el reconocimiento de la existencia de un problema, como nos lo dice el capítulo VIII “La planeación y la evaluación para la calidad”, cuando se sabe de la existencia de un problema en una institución que atente contra la búsqueda de calidad y este problema se reconoce como tal, dicho reconocimiento puede proceder de los beneficiarios, del cuerpo docente o del director. Es necesario combatir contra este problema desde el principio para evitar que siga creciendo e invada todo nuestro sistema, de tal manera que cuando se quiera exterminar, sea algo más complejo. Lo primero que se tiene que hacer, es que el director de la escuela lo reconozca y que junto con todo el equipo de docentes trabaje para su posible solución, mediante la realización de un plan para que el proceso para revertir este problema sea organizado. Desgraciadamente, vemos muchas veces, que sólo son uno o dos los maestros que están dispuestos a trabajar por resolver la problemática, mientras los demás se desligan responsabilidades. Obviamente, cuando no es un trabajo en equipo, es imposible que nuestros planes surjan efecto.
Lo anterior se debe, a que el primer requisito para que nuestro plan logre exterminar el problema es que se elabore en equipo, el plan también debe de contemplar los resultados esperados por todo el equipo para saber a qué es lo que tenemos pensado llegar y de esta manera no desviarnos de nuestros objetivos. Una vez aplicado nuestro plan, debe estar en constante monitoreo, pienso que esto es necesario para que no se desvíe de su metas. Para esta situación, una vez más requerimos de trabajo en equipo, tenemos que estar conscientes de no perder de vista las necesidades de nuestros beneficiarios, para esto es preciso mantener un diálogo constante con ellos, de tal manera que estemos enterado de sus inquietudes, necesidades e intereses, los cuales logren dirigir nuestros planes, para garantizar el pleno cumplimiento de éstos.
Este capítulo nos menciona el punto de la evaluación, la cual implica la evaluación de los resultados, considero que esto se realiza para saber, si cumplimos con nuestras expectativas, o si algo salió mal; así mismo menciona algo que pienso que es de gran relevancia, el hecho de que el problema es que sólo se evalúa, no se monitorea. La evaluación sin monitoreo no permite mejorar la calidad. Esto es muy cierto, debido a que sólo nos avocamos a lo que nos arrojan los resultados, sin tener un pleno conocimiento del trabajo de trasfondo que está implícito, no podemos decir si es que se pasó por algún tipo de dificultad, o si a pesar de los resultados el progreso fue significativo.
Se evalúa con el resultado, pero no por el resultado, coincido completamente con esto, siempre he pensado que la evaluación debe tener una visión más amplia, de tal manera que permita involucrar aspectos, que muchas veces los pasamos desapercibidos, por considerarlos menos importantes, en este caso, la manera como se obtuvieron dichos resultados, considero que si este tipo de evaluación llegara a las escuelas para medir y calificar el desempeño de un alumno, el resultado sería más justo, por ejemplo, un joven que a pesar de que trabaja, hizo todo el esfuerzo para estudiar con una semana de anticipación para su examen y logra ocho de calificación; mientras otro que no estudió nada, lo que hizo fue copiar durante la prueba y logra obtener también ocho de calificación, si en este caso se aplicara la evaluación que monitorea el proceso, el resultado para ambos, no sería el mismo. Sería justo. Sin embargo, estoy consciente de que este proceso sería muy complejo, pero dejaría ver, de que sólo un examen que “mida” el aprendizaje e inteligencia de los alumnos, no es efectivo, porque la inteligencia no es cuantitativa, aunado a que un examen de este tipo, es fácil de engañar, como lo vemos en el ejemplo mencionado anteriormente.
Una vez evaluados los resultados del plan que se ponga en marcha en la escuela, para combatir los problemas que atenten contra la calidad, se debe institucionalizar el proceso, esto dará paso al comienzo de un nuevo ciclo el de planificar, hacer, revisar y actuar. Esto propiciará un avance significativo en nuestro objetivo principal el de encaminarnos hacia la calidad educativa.
Haciendo analogía con el presente, es preciso decir que durante la cuarta visita de observación, pude aprender que la unión hace la fuerza, ya que los maestros encabezados por el director, desarrollaron un plan para luchar por conseguir un edificio propio de la telesecundaria, tomando en cuenta a todos los beneficiarios, se llevó a cabo la ejecución de dicho plan, obteniendo resultados favorables, de tal manera que los propósitos fueron cumplidos, inclusive rebasaron las expectativas. Como lo mencione reiteradamente, todo es cuestión de trabajo en equipo, motivado por objetivos compartidos. Desafortunadamente si no contamos con esto, la situación se vuelve mucho más compleja.
Para concluir quiero decir que lo analizado en estos capítulos, es necesario para hacernos concientizar y reflexionar, así como también motivarnos a cambiar el sistema en el que estaremos envueltos, siempre y cuando sea para bien. Lo importante es el trabajo en equipo, la decisión y el amor a nuestra profesión.